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He estado de putas por despecho, desamor y necesidad de follar. Me lleva semanas negando el sexo y tratándome con desprecio. Como a una mierda. Al padre de sus hijas y servil esposo y novio durante muchos años. Aprovechando que se fue con sus amigas de cena me escape... Era un local limpio, se pagaba al entrar y dentro había un montón de desgraciados quemados como yo que el dueño del local llevaba como corderitos por un enorme sótano donde se follaba a media luz. Éramos unos siete u ocho tíos para tres chicas. Fue agradable y vergonzoso ya que no se me puso dura pero lo que veía era brutal. Me aparté a una habitación donde otros tres se follaban a una tía que parecía de entre 40 o 45. Se movía como una yegua madurita. Como mi infiel esposa. Me quedé mirando hasta que me di cuenta que era un tío vestido como podría ir mi esposa a trabajar y que era tan sexy y resultón como ella con ooca luz. Me acongojé. Oí al dueño con una chica decir que nunca había habido tantos maricas desde que llevaba en la profesión. Me pajeé pero no hice nada. Tuve un orgasmo al ver entre las tinieblas su miembro que salía del vestido mientras lo enculaban y mamaba con su péluca de melena negra. Una mami, igual que una mami pero con poya! Sentí vergüenza de ser un cerdo y gastar 50 euros decesa manera. Me fuí al vestuario y él vino a lavarse, hasta con luz me resultó atractivo. Esa mezcla hembra/macho. Y además tenía ese parecido a mi mujer. Sus pies de hombre estaban preciosos en unos zapatos de tacón sin talón. No me atreví a meterme en la ducha con él. Me fuí igual que entre, avergonzado y evitando que alguien en la noche de Barcelona me reconociera saliendo de un puticlub de barrio. Ahiora me arrepiento de no haberlo follado, los dos en la ducha... Morreándonos.