Share this picture
HTML
Forum
IM
Recommend this picture to your friends:
ImageFap usernames, separated by a comma:



Your name or username:
Your e-mail:
  • Enter Code:
  • Sending your request...

    T'nAflix network :
    ImageFap.com
    I Love DATA
    You are not signed in
    Home| Categories| Galleries| Videos| Random | Blogs| Members| Clubs| Forum| Upload | Live Sex




    Sometido en la isla de los Negros 10

    En capítulos anteriores, leí los mensajes de mi novia Florencia después de varios meses. Parece que ya compró el pasaje de avión para Leche negra. No hablaba con ella en meses y, desde entonces, me había convertido en una mucama beta putita adicta al semen de mi amo ¿qué dirá cuando vea en lo que me he convertido?

    Enseguida, fui corriendo a la oficina del Maestro. Golpeé la puerta, me hizo pasar y me senté.

    Maestro: Dime, putita ¿quieres volver a desayunar mi semen como todas las mañanas?

    Yo: de hecho, amo, vengo por otro asunto: mi novia vendrá de viaje y necesitaría aparentar por unos días que sigo siendo el alfa que ella piensa que soy. No puede verme así: la humillación sería muy grande y dolorosa para mí.

    Maestro: ¿tienes una foto de tu novia?

    Saqué mi móvil y empecé a buscar en su Instagram. Ya podía imaginarme las intenciones del Maestro entonces busqué la foto más recatada de Florencia. Fue muy difícil: era una chica que le encantaba subir fotos hot de su cuerpo a redes sociales. Era una rubia de grandes senos un poco más baja que yo con una cara muy aniñada. 

    El maestro miró el móvil unos segundos y me lo devolvió.

    Maestro: Ok, creo que podemos llegar a un acuerdo. Te devolveré casi todas tus antiguas pertenencias durante unos días y además te permitiré utilizar una de las habitaciones del hotel. Le dirás a tu chica que estás alquilando aquí y ella podrá quedarse totalmente gratis.

    Yo: ¿De verdad? ¡guau! ¡es usted muy generoso! ¿y qué... es lo que quiere a cambio?

    Ya estaba imaginándome qué tan grande iba a quedar mi ano después de devolverle el favor.

    Maestro: Por ahora, nada. A pesar de ciertos errores, has demostrado ser una empleada fiel y sumisa. Vas a estar en deuda conmigo hasta que un día te pediré que me devuelvas el favor y no podrás decir que no ¿entendido?

    Yo: Entendido, mi amo.

    Me fui para mi cuarto. Esto sí que era extraño ¿porqué estaba siendo tan permisivo conmigo? ¿qué tenía entre manos?

    Unas horas después, me trasladé a una habitación. Las gemelas mucamas me volvieron a traer parte de mi equipaje con mi anterior vestimenta. Cojí un pantalón y una camiseta y me las puse. Se sentía raro volver a vestirse como hétero después de tanto tiempo. No estaba terminando de ponerme los zapatos cuando tocaron a mi puerta. Era Sussy.

    Sussy: Tu sexy novia ya está aquí, papi.

    Yo: ¿qué?

    No podía creerlo. Pensé que tenía más días. Le había pasado la dirección del hotel pero ¿porqué vino antes?

    Al bajar hasta el hall la ví a ella muy entusiasmada hablando con el maestro. Se estaban dando la mano y ella reía con entusiasmo. Tenía los dientes muy blancos. Llevaba un abrigo rosa y gafas de sol. Cuando me vió, su mirada cambió y se puso seria.

    Yo: ¡Florencia! no esperaba que vinieses... tan pronto...

    Florencia: Vine de sorpresa ¿qué pasa? ¿hay algún problema con eso, pitochico?

    Los demás en el hall se rieron. Florencia miró a los demás y se rió con ellos.

    Florencia: ¿qué os pasa? ¡es verdad! ¡tiene el pene muy pequeño! ¿no lo sabían?

    Yo: Ya... puede ser.

    Me puse colorado.

    Florencia: Vamos a la habitación: tú y yo tenemos que hablar.

    ---

    Cuando llegamos al cuarto y terminé de entrar todo su pesado equipaje, no hablamos. Lo primero que hizo ella fue besarme. Me tiró en la cama y empezó a quitarse la ropa sugerentemente. Yo no estaba exitado, sino sorprendido pero no quería estar flácido. "por favor, concéntrate, ten una erección" pensé para mis adentros, pero de nada sirvió. Florencia me sacó los pantalones y mi pene de 3 centímetros seguía caído.

    Florencia: ¿Es en serio? ¿3 meses sin tener sexo y así me recibes? ¡es incluso más pequeño de lo que recordaba!

    Yo: Lo siento, querida.

    Florencia: No sabes las ganas que tengo de tener un orgasmo, desgraciado, tú no me vas a dejar así.

    Enseguida, empezó a chuparme el pene. Se sentía rico pero no llegaba a tener una erección. De pronto, empezó a masajearme las bolas, luego fue bajando lentamente hacia mi ano y me metió el dedito.

    Yo: ¡ay!

    Florencia: te gusta esto ¿eh?

    Mi erección fue automática. Florencia continuó metiendo y sacando el dedito. De pronto, me dí cuenta que ya no me la estaba chupando y yo tenía el culito levantado moviéndome al ritmo del dedo. En un momento, me dió vuelta y quedé en cuatro patas.

    Yo: ¡Ay! ¡si! ¡qué rico dedito!

    Estaba gimiendo como una putita mientras mi novia me penetraba con la punta de su dedo, cada vez más rápido. De pronto, sacó el dedo y me sentí huérfano.

    Yo: ¡Ay! ¡porfis! ¡métemela otra vez! ¡se siente muy rico!

    Mi culo temblaba.

    Florencia: ¡Cállate! ¡ahora es mi turno! ¡putito!

    Florencia se acostó boca arriba. Empecé a masturbarla con un dedo.

    Florencia: Eso es, sigue.

    Metí dos dedos. Aumenté la velocidad. Yo seguía con la erección y finalmente se la metí. Se sentía muy rico. Por unos segundos, me volví a sentir un hombre hétero hasta que me dijo algo.

    Florencia: Ya, por favor, deja de jugar con el meñique y méteme el pene de una vez.

    Yo: ¡Aaaaah!

    Me corrí. Hace mucho que no sentía una vagina.

    Florencia: ¿qué? ¿te acabas de correr antes que yo?

    Salí de arriba de ella y me senté al costado. Me sentía avergonzado. Quedamos los dos en un silencio super incómodo.

    Florencia: No puedo creer que me hagas esto. Tuve la posibilidad de tener sexo con cientos de tíos ¿sabes cuantos me escriben por Instagram cerdadas y me mandan fotos de pollas todos los días? ¡Y YO COMO UNA ESTÚPIDA ESPERANDO A QUE VUELVAS DE TU ESTÚPIDA AVENTURA EN ESTA ISLA EN EL MEDIO DE LA NADA!

    Yo: Lo siento, Florencia, sé que no soy el hombre que mereces.

    Florencia: ¡por supuesto que no! dios, cómo extraño a Miguel.

    Yo había perdido la virginidad con Florencia. Había sido el amor de mi vida y fuimos novios por un año. Antes de eso, ella tuvo otro novio. En numerosas ocasiones, ella hablaba de Miguel y del buen sexo que tenían hasta que él la dejó. Lo que más le gustaba de ese chico era el tamaño de su pene: 12 centímetros. Si tan solo viera lo que llevaban los hombres aquí, no sé cómo reaccionaría.

    De pronto, alguien golpeó la puerta.

    Florencia: ¡Pase!

    Florencia ni siquiera preguntó quien era y abrió la puerta el Maestro con una camisa escotada en V que dejaba ver sus pectorales. No me dió tiempo a taparme con la sábana. Florencia ya tenía la sábana tapándole la punta de sus pechos apenas cubriendo sus pezones.

    Maestro: Espero no estar interrumpiendo nada importante.

    De pronto, Florencia cambió de actitud y se puso a sonreír entusiasmada.

    Florencia: Para nada, cariño, ven aquí.

    El Maestro llevaba una bandeja con una gran salchicha al pan.

    Maestro: como hospitalidad del hotel, pensamos que le gustaría probar las grandes salchichas que cocinamos aquí.

    El maestro se acercó y quedó frente a Florencia. Puso la bandeja a la altura de sus genitales. Ella tomó la salchicha y la probó con mucho gusto.

    Florencia: ¡MMM! ¡es la salchicha más rica que he probado en mi vida! ¡y es realmente muy grande!

    El maestro: Si quieres puedes probar muchas más mañana a la tarde en la fiesta que haremos en la piscina del fondo.

    Florencia se tragó el bocado, se lamió los labios y miró al Maestro con una pícara mirada.

    Yo: No sé si tendremos tiempo de...

    Florencia: ¡Por supuesto que si! sólo que no tengo un bañador para ponerme...

    El maestro: Puedes ir al centro comercial, seguro encontrarás un bikini bien sexy que se adapte a tu cuerpo.

    Florencia: ¡estupenda idea! ¿quieres venir con nosotros?

    Yo: ¿qué?

    Maestro: ¡Claro que si! es mi día libre.

    ---

    Fuimos hasta el centro comercial en el lujoso auto de mi Maestro. Como soy un hombre beta pero no quería que Florencia me viera usando el asiento de bebé, me senté en la parte de atrás. Mientras tanto, Florencia quería tener una mejor vista del recorrido e insistió en sentarse adelante. Durante el recorrido, ambos se pasaron bromeando entre los dos, a veces uno se animaba a hacer un comentario un poco más atrevido y el otro siempre le respondía positivamente. Se sentía que había algo entre los dos. Yo, mientras tanto, viajaba sin saber bien que decir. Cada vez que intentaba participar de la conversación hablaba con fuerza pero parecían no escucharme o ignorarme apropósito.

    Florencia: Guau, sí que tienes los brazos musculosos. Deben estar muy calientes.

    Maestro: Puedes tocarlo si quieres.

    Florencia le tocó el brazo que estaba apoyado sobre el manubrio.

    Florencia: Eres... muy fuerte, seguro entrenaste por años. No puedo creer lo caliente que estás, por cierto. Mira qué fría que estoy yo.

    Florencia tomó la mano del Maestro y la posó sobre su propio brazo.

    Maestro: Tienes razón. A mí lo que más me calienta sin embargo son las piernas.

    Sin dudarlo, Florencia apolló su mano sobre la pierna del Maestro y la acarició.

    Florencia: Tienes razón. Ooooh... perdona...

    Quitó la mano rápidamente.

    Florencia: No quise faltarte el respeto, disculpa.

    Maestro: No te preocupes.

    El maestro apoyó su mano sobre la pierna de ella.

    Maestro: Ahora sí estamos a mano.

    Florencia lo miró sorprendida y se rió entusiasmada.

    Yo: ¡ey! ¡ey! ¡¿qué estáis haciendo ahí adelante?!

    El Maestro retiró la mano de su pierna.

    Florencia: No te dije que podías dejar de tocarme.

    Ambos rieron.

    Yo: ¡ey! ¡eso... no es gracioso! ¡no está bien!

    ---

    Llegamos al lugar y Florencia entró a un cambiador.

    Yo: Ma... maestro... no creo que sea correcto... que trate de... hablarle así a mi no... novia.

    Maestro: ¿qué dices, putita?

    Yo: ¡nada! ¡nada! ¡perdón! ¡no se enoje!

    Maestro: ¿quieres que te aleccione adelante de tu novia?

    Yo: ¡No! ¡por favor! ¡no me golpee! ¡se lo pido! ¡haré lo que sea! ¡si quiere se la chupo en el baño!

    Maestro: Eres una putita ¿es cierto?

    Yo: ¡si! ¡si! ¡soy su putita!

    Maestro: Así es, y si no quieres que le diga a tu sexy novia tu secreto, me dejarás hablarle como a mí se me ocurra ¿de acuerdo?

    Yo: ¡Si, mi amo!

    Salió Florencia del vestidor.

    Florencia: ¿y bien? ¿qué te parece, cariño? ¿te da alguna idea?

    Yo: ¿no es un poco... expositivo?

    Florencia: a tí no, imbécil, a mi nuevo cariño le hablo.

    Maestro: Si fueras mi mujer, te ordenaría que te pongas esa ropa todos los días que vayamos a la playa y te follaría la boca cada 15 minutos hasta que empieces a hacer arcadas con mi pene.

    Florencia se rió nerviosa pero seguía entusiasmada. Empezó a tocarse el pelo con una mano.

    Florencia: ¡guau! este tío sí que sabe cómo tratar a una mujer.

    -----

    Luego de eso, fuimos a sentarnos a comer a la mesa de una cadena de comida rápida. Como soy un hombre beta, me hicieron sentarme en una pequeña silla para bebés mientras Florencia y el Maestro se sentaron en el otro extremo de la mesa, lejos de mí. El maestro apoyó su brazo detrás de su hombro.

    Florencia: ¡Ey! ¡pitochico! ¡sí que estais atrapado ahí! ¿qué harías si empezara a hacer esto?

    Florencia se agachó abajo de la mesa entre los genitales del Maestro y empezó a moverse como si estuviera haciéndole sexo oral. El Maestro le siguió el juego y apoyó las dos manos atrás empezando a gemir.

    Yo: ey ¡ey! ¡Florencia! ¡eso no es divertido! ¡Florencia! ¡detente por favor!

    Florencia siguió haciendo lo mismo por más de un minuto. Intenté salir de la silla pero estaba atascado.

    Yo: ¡Por favor! ¡déjen de hacer eso! ¡no es divertido! ¡basta! ¡paren!

    En ese momento, pasó un empleado de la tienda y me miró enfadado.

    Empleado: ¡Oye! ¡haz silencio, putita! vas a molestar a los demás clientes ¿porqué no dejas que tu papá y tu mamá tengan sexo delante tuyo? ¡es lo más normal! además, sabemos que te gustaría estar en el lugar de la chica en este momento.

    Eso fue realmente humillante pero me quedé en silencio y avergonzado. Florencia volvió a sentarse como estaba.

    Florencia: Guau, en un momento pude sentir como algo se ponía duro delante de mi cara.

    Maestro: no quieres saber más sobre eso.

    Florencia: Jajaja, bueno... no lo sé... quizás...

    ---

    Esa noche no tuvimos sexo. Florencia se la pasó chateando con el Maestro toda la noche y yo intentando dormir. Florencia no tenía ganas de hablar conmigo ni saber qué era lo que había pasado conmigo todo este tiempo, ahora estaba interesada en algo más.

    Al día siguiente, fuimos a la piscina. Lamentablemente, la única prenda que tenía para nadar era una especie de tanga rosa que me prestó Sussy. Le quise explicar a Florencia que el rosa ya no era un color asociado a las mujeres y que en hombres era algo varonil pero ella no paraba de reírse.

    Llegamos a la fiesta y el Maestro estaba acompañado por varios amigos de él, negros y altos. También estaba Porongo, con quien evitamos miradas y a mí me tocó sentarme junto a Sussy y las gemelas mucamas. Todos los hombres blancos estabamos en una mesa pequeña mientras los grandes hombres negros comían grandes porciones de carne rodeando a mi hermosa novia Florencia que llevaba la prenda que había comprado el día anterior.

    En un momento de la noche, empezó a sonar reggaetón. Nunca me gustó bailar. Florencia, bastante alcoholizada, quiso invitarme pero me moría de vergüenza moverme en mi tanguita rosa delante de todos. Ella, enfadada, se fue a bailar con los hombres negros que bailaban increíble, de una forma muy sensual. Las canciones fueron pasando, Florencia se fue soltando cada vez más y fue bailando de forma muy probocativa con cada uno de los hombres dejando que le tocaran el trasero y se le refriegen. Empezó a sonar "Gasolina" y se puso como loca. Empezó a perrear como loca moviendo su culo de manera muy sensual y todos los hombres negros le daban nalgueadas. Ella , sin embargo, se dirigió al Maestro a refregarle el trasero frente a su pene. En un momento, se detuvo y su expresión cambió. Paró de bailar y ahora tenía la mano en el cuello.

    Yo: Flo... ¿Florencia? ¿estais bien?

    Florencia empezó a toser ¡Estaba atragantada!

    El Maestro, rápidamente, la tomó por la cintura y aplicó la maniobra de Heimlich, osea, apretarle con fuerza el estómago para generar presión y que escupiera lo que tenga en la boca. Después del tercer intento, Florencia escupió un pedazo de cacahuete que tenía en la boca, pero el Maestro no lo vió y continuó con la maniobra un par de veces más. Florencia no opuso resistencia y hasta empecé a escucharla gemir.

    Yo: Ma... Maestro ¡ya está! ¡Florencia está bien!

    Maestro: Vaya, no me había dado cuenta.

    El Maestro la soltó. Todos los estaban mirando preocupados. Florencia, con su cabello despeinado y notoriamente alterada, se le tiró arriba y le dió un fuerte abrazo y beso en la mejilla quedando su hermoso culo a la vista de todos.

    Maestro: Creo que... debería llevarla adentro a revisarla. No estoy seguro de que esté bien.

    El Maestro la levantó y la apoyó sobre su hombro quedando las piernas adelante de él y la cargó hacia adentró. Todos los demás hombres aplaudían y vitoreaban como animales.

    Maestro: Vamos a ponerle mi nombre a este culito.

    Florencia: Si, papi.

    Yo: ¡No! ¡NO! ¡NO! ¡FLORENCIA! ¡FLORENCIA! ¡NO!

    Intenté salirme de mi silla de bebé. Sussy las gemelas me miraban riendo.

    Sussy: Vaya, sí que te ves patética, pitochico.

    Finalmente, logré salir de la silla y salí corriendo hacia adentro.

    Corrí por todo el hotel. Fui hasta el baño y no los encontré. Fui hasta mi habitación y tampoco estaban. Fui a la oficina del Maestro y no los ví. Se me ocurrió entonces ir a la habitación del maestro. Corrí hacia el pasillo jadeando del cansancio y empecé a escuchar unas voces através de la puerta antes de entrar. Cuando entré, pude ser testigo de que mi peor temor se había hecho realidad...

    CONTINUARÁ...


     
      Posted on : Oct 6, 2024
     

     
    Add Comment




    Contact us - FAQ - ASACP - DMCA - Privacy Policy - Terms of Service - 2257



    Served by site-7dcbc9b7d8-wvw77
    Generated 06:32:29