Hola a todos. Me presento, soy Fernanda, soy travesti desde los 14 años, pero comencé a vivir como mujer desde lo 18 que me independice de mis padres. Ellos no aceptaron esto al principio, pero después fueron comprendiendo y ahora es super normal para toda mi familia.

Fue a los 23 que comencé a tener contacto con hombres, antes de esto todo era en mi casa, vistiendome solo para mí en mi habitación. Me encanta usar vestidos entallados y cortos, minifaldas, faldas largas pero entalladas, blusas con escotes pronunciados, medias negras, con dibujos y naturales, ligueros. En fin, todo lo sexy que puedan imaginar. Pero lo que más me encanta es usar tacones, de todo tipo y combinados de muchas maneras, mis favoritos son sandalias de tacón alto, los de moda de tacon de cristal o tiras de plástico transparente y las plataformas o wedges, los tacones son mi adoración, pero más ver como ponen de caliente a un hombre. No importa como este vestida, si llevo tacones me quieren coger ahí mismo.

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Un día conocí un chico, se llamaba Daniel. Nos vimos en un café y se acercó a preguntarme mi nombre, charlamos un poco y me pidió mi numero para seguir en contacto. En la noche, al llegar a mi casa me puse mi pijama, un vestidito corto de seda con un poco de peluchito en el escote de color rosa, me hice una coleta, y me acosté, en eso sonó mi celular, era un WhatsApp de Daniel deseandome una buena noche y esperando volver a vernos. Así pasaron días y hablabamos cada vez más seguido. Yo aún no había tenido mi primer experiencia, pero veía videos porno de travestis y siempre acaba caliente deseando poder ser alguna de esas chicas, tan caliente que terminaba usando mi dildo y me masturbaba hasta terminar. Pero con Daniel me empezaron a dar ganas de tener una verga real en mi culo, de tener a mi macho dominante. Por los videos comencé a saber que deseaba, mis fantasías me permitían conocer como quería que me cogieran. Eso lo tenía claro.

Las cosas con Daniel mejoraban, hablamos más y hacíamos videollamadas incluso. Nos veíamos de ves en cuando en una habitual cafetería,en una de esas salidas, por respeto, le conté de mi condición biológica, digo por respeto porque entendería si el se alejaba, ante todo entender que la otra persona también tiene sus gustos y límites, pero eso no pasó, al contrario, dijo que eso no le era importante, que le gustaba aún así, cuando dijo pude sentir como mi culito se calentaba. Él se cambió de silla, estábamos frente a frente, pero se pasó a la de a un lado, me tomó la mano, se acercó a mís labios y me besó, fue de lo más dulce y cariñoso, yo le correspondi, él me tomó de la cabeza y cada vez el beso fue más intenso. Yo ya no podía más, quería su verga en mi culo y que me llenara de su lechita. Entonces le dije que fuéramos a mi departamento. 

Una vez ahí no seguimos besando, él tomaba mi cintura con mucho morbo y yo estaba colgada de su cuello, totalmente enamorada de mi macho, apesar de tener mis tacones me tenía que parar un poco más de puntitas. Pasamos al sillón y me recostó un poco para seguir besándome, me tenía loca, pero le dije que me esperara.

Fui al cuarto a ponerme más sexy, a la cita fui con unos jeans 3/4, una blusita con transparencia, un sweter algo holgado, con el cabello suelto pero con diadema y unas sandalias de tacón alto rojas. Pero ese momento era especial, no podía simplemente quedarme así, por lo que al entrar a mi habitación saqué un vestido rojo corto y entallado, apenas me cubria el culo, puse medias negras de rejilla, me hice mi coleta para falicitar el sexo oral, y mis tacones negros altos. Me sentía sexy para mi macho.

Salí de mi habitación y él estaba en la sala, me inque comencé a avanzar hacia cómo una perrita, le baje los pantalones y calzoncillo, y ahí estaba, una verga de 20 cms dura y lista para entrar. Comencé a chuparla desde los huevos al mismo tiempo que lo masturbaba con mi mano, comencé a subir a chupar la verga, su cara lo decía todo, estaba excitado. Me agarró de la coleta y me dijo que queria mucho sexo grtuito! por eso siempre visito pornocheff.com!