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    EL OTRO


    Mi marido insistía día tras día con hacer algo fuera de lo normal, aburrido y sin alicientes en su vida. Se volvía loco por compartirme con otro y seguramente pillar cacho de paso. Le iba todo regular, tirando a mal, tanto en lo laboral cómo en su vida personal. Sóla trabajaba media jornada por recortes y había perdido a la mayoría de sus amistades. A mi al contrario. Me anscendieron en mi empresa y desde entonces tengo gente a mi cargo. Me siento más realizada que nunca y gano mucho más que él. No me faltan pretendientes y en crisis de pareja muy puntuales he tenido algún amante cómo el 30 o 40% de mujeres infieles de este país que cuidamos de nuestras familias y escondemos en silencio nuestros trapos sucios, pero esa es otra historia...

    Soy una MILF (cómo dice mi marido) del siglo XXI. Libre, guapa, preparada y fuerte. Y eso jode y excita a los hombres aunque digan que no. Se acabó esperar en casa con los niños sin poder hacer nada en esta vida cómo muchas madres y abuelas... ya pringan muchos tíos con las cosas de casa mientras su mujercita paga la facturas más gordas. Entre ellos mi marido al que pago en especies el cuidado de mi hogar cuando me da del coño. Y sino el gusta que se busque un trabajo en condiciones y otra mujer que lo aguante! Por lo demás soy una madre y esposa perfecta que cae bien a cualquiera. Mis suegros me adoran y podría ser esa amiga a la que seguirás durante años platónicamente. No soy guapísima pero si resultona. Soy asi, femenina y sociable. Me encanta trabajar y tener por amigos a hombres.

    La lluvía inundaba el jardín de nuestra casa de una sola planta. Ahora sólo se oía el goteo ocasional en el silencio de la noche. Una noche pasada por vino rosado, los dos desnudos en la cama con su polla creciendo despacio en mi mano. Puso una película porno de las suyas, desagradable. Me había estado dando el coñazo todo el día con lo corta que era mi falda para ir a trabajar mientras se ponía cachondo y celoso en el Whatsapp. Se esta volviendo un viejo que no le gusta a nadie y menos a una tia. No tiene amigos... En fin, un gilipollas que dificilmente me los puede poner sino es con una puta. La peli comenzaba con una pareja de cuarentones cómo nosotros en una cama, pero al minuto invitaban a otra pareja más joven y guapa a sumarse a ellos. No quiero imaginarme las horas que estuvo en internet para elegir aquella película. Es un sibaríta de tanto que lo consume. No se apuntará a aprender un idioma o a mejorar su currículum. Según se suben al colchón los más jóvenes, en un alarde de interpretación como no, se intercambian de pareja pero buscando al del mismo sexo... La verdad es que me puse tontorrona con las lesbis y los maricones y su mano fue bienvenida a mi coño cachondo y húmedo. Él ya estaba muy duro y cómo de costumbre quería que le chupara o le metiera algo en su culo antes de follarme. Cosa de cuarentones (marico...) Le comi la entrada al ano y se le volvió de granito. Al final te acostumbras a todo e incluso llegar a gustarte. Que remedio.

    ¿Te gustaría? - dijo. Mientras la más joven, la invitada, hundía su cabeza entre las piernas interminables y torneadas de la otra. Ninguna madre trabajadora de 40 puede tener ese tipazo, pensé al llevar a mi pervertido esposo casi a la eyaculación totalmente concentrada en su culo. El mete-saca de lengua es lo que tiene.

    Me gustan los hombres, ya lo sabes - dije, subiendo hacia su polla. Pero no le haría ascos a un coñito joven - matizé. La engullí completa sin dificultad. Gimió y se volvió a abrir de piernas cómo una adolescente para que le metiera mano o boca ahi abajo de nuevo. Que manía joder! Seguí en mi faena, ahora tradicional y sana. Mamar su polla pasando de su culo mientras sus dedos ensanchaban mis labios.

    Para cuando levanté la cabeza y su verga se deslizó fuera de mis labios, en la televisión había comenzado una nueva escena a lo 50 sombras de Grey, hetero normal y corriente. El tío, un cuerpazo increíble. Menos mal, esto va a ser rápido! Me pongo a 100, me lo follo yo a él y a la cama a descansar!!... Monté a Carlos, dándole la espalda para que ambos viésemos cómo lo hacían. Por dios! era una escema porno normal! Él me abrazó por detrás y me susurró preguntándome si un hombre así me llevaría a la locura sexual. Vi la polla gorda del protagonista y le dije que sí a lo del intercambio. Sabía sus intenciones con ese vídeo y el vino... comerme la bola.

    ¿Te quieres follar a otra delante de mi? - le pregunté directamente.

    Sólo si tú quieres...

    Dejé de mirar, y, girándome, lo abracé. Le noté, corto, gordo, dentro de mi. Cerré los ojos. Recordé otros amantes... y suspiré.

    Tú también tendrías otro hombre... cómo el chulo y guaperas de tu jefe - me dijo (jo, jo, pobre cornudo dios mio!).

    Seguí follándolo. Lo notaba más excitado de lo normal, nervioso. Sin avisar, se corrió dentro de mi.

    Justo en ese momento, la niña se despertó y comenzó a llorar. Aleluya... Fui a atenderla. Con un poco de suerte se dormiría rápido y yo lo podría hacer también. Llevo meses sin poder dormir una noche entera y me duelen las tetas. Les doy de mamar a los dos. A la niña y al niño grande y estúpido.

    No sé si pasaron minutos u horas pero me quedé totalmente frita.

    Qué pasa? qué pasa? Me despertó mi marido con la tranca bien gorda. Que pesado joder!

    Me metío su polla en la boca a lo bestia.

    La niña se puso a llorar otra vez. Yo no iba a parar en una hora. Te jodes! a masturbarte solo. Estás cómo una puta cabra. ¿No puedes parar?

    Mientras le daba pecho se me fue la pinza, no sé si por la falta de sueño, el vino, la peli... no sé. La idea de probar cosas nuevas junto a mi cornudito comenzaba a ser atractiva. La mayoría de mis amigas están solteras o divorciadas y han experimentado sin ningún tipo de prejuicio. ¿Por qué no yo? Ja, ja, ja. Si hasta siendo infiel he sido tradicional. Y total, a ningúna pareja de intercambio le gustaría hacer nada con mi marido. Soseras salido. Como mucho conoceríamos a algún chico raro de 18 o 19 cómo los de mi instituto (soy profesora) con complejo de Edipo y sobredosis de testosterona. Follada por un hiperactivo con el dobladillo en los tobillos mientras mi marido se pajea cómo un viejo baboso. Ja, ja, ja... Me lo imaginé gimiendo cómo una vieja con una polla joven dentro de su culo... ja, ja, ja. Pobre cornudito. Jo, jo, jo. Que buenas amigas...

    Vale! - le dije cuando volví por sorpresa de dormir a la niña. Con un par! Y alguien en el que no había pensado durante años volvió con fuerza a mi mente...

    ¿Vale? ¿lo dices en serio, de verdad?

    Me tumbé junto a él que había vuelto al sofá a masturbarse con una peli de travestis. Muy en su línea. Me había perdido el respeto. Le levanté la bata y vi que tenía medio consolador metido en el culo. Ahora era más suyo que mío. Le agarré la polla. Le lamí la oreja. Le susurré que probaríamos cosas nuevas, y que lo primero sería hacer un trío con una bolly. Mi marido mariconcito con todo el ano lleno de gel durex me dijo que prefería un tió. Pluf! se corrió de morbo y vergüenza.

    Vale - me dijo alegremente. Yo también sonreí. Vaya par de idiotas estamos hechos.

    ¿Estás seguro de que quieres ver la verga de otro dentro de mi?

    Sí.

    En poco rato volvió a empalmar. Lo noté duro como nunca. Le gustaba imaginarlo. Se volvía loco.

    Ahora, fóllame tú.

    Bajamos del sofá, me puso contra la pared y joder!!. Me folló como hacía mucho que no lo hacía, con rabia, con fuerza mientras dos tíos se follaban a otro vestido cómo la mujer de Sergio Ramos. Que cosa más cerda! Me penetraba duro, sin preocuparse de mi orgasmo, pero esta vez eso me gustaba. Le metí un dedo y él dos a mi. Ooohhhh!! me corrí primero yo y luego él. Cómo siempre a destiempo los dos.

    Cuando noté la leche calentita bajar me aparté de él y lo empujé sobre la cama. Lo agarré. Estaba bien duro y con esa cara de guarro...

    ¿Te excita pensar en verme follar con otro? Le hice lamer el semen que me goteaba.

    Luego me cogió con fuerza y me giró, poniéndome boca abajo. Noté su polla en la entrada de mi culo.

    Sí, hostias!, sí...

    No me sodomizó, no me gusta y no se lo permito. Podría intentarlo con un buenorro por necesidad pero no hacerlo con él por principios. Se estuvo rozando por los alrededores hasta correrse.

    Ya con ella flácida, le pregunté si estaba seguro, y me dijo que sí, coño que si!!. Que realmente le excitaba la idea. Se acabó el Domingo... y yo lo tenía todo muy claro. Buscaría de nuevo a la mecha que daba pasión a nuestro pobre matrimonio...

    ---------------------

    Entré con el carrito de la niña en la cafetería. Casi no había nadie. Al fondo me esperaba Alex, un ex novio que resultó ser un cretino por dejarme tirada y al que había idolatrado en la universidad cómo un fetiche. Un macizorro con el que me habría ido a vivir sin pensarlo! Sabía que se había doctorado y que no paraba de dar conferencias dentro y fuera del país. Guapísimo y maqueado cómo siempre. Nos dimos dos besos y le hizo carantoñas a mi hija. Nos pusimos al día durante un buen rato, hasta que me preguntó que por qué le había llamado.

    Quiero follar contigo. - se lo solté con ganas.

    Alex casi vomitó el café. Tras la sorpresa, se rió.

    ¿Cómo? ¿Quieres ponerle otra vez los cuernos a tu maridito? Que ya eres una mamá respetable... Jo, jo, jo. Quedamos una tarde los dos en mi despacho...

    No, él estará. También. Una adolescente de la mesa de al lado que lo estaba oyendo todo se giró por un segundo y pude ver como sus labios de chupapollas me sonreían. Mujeres al poder!!

    ¿Un trío?

    Sí.

    Él me miró serio, y luego se volvió a reír.

    ¿Por qué yo?

    Lo sabes.

    Se rió.

    Dímelo.

    Por tu polla. Es grande y sabes usarla.

    ¿Y si digo que no a quién te vas a follar?

    Vas a decir que sí y lo sabes. Eres un cabrón pervertido. Seguro que ya estás empalmado. Además se lo debes a mi marido y a nuestra relación. Debe ser contigo. Te idolatra. Vive en el pasado el pobre idiota... Le destrozó el ego que lo dejara y me fuera ese par de años contigo.

    Sonrió, y me miró, como retándome. Mi mano subió por su rodilla por debajo de la mesa. Estaba duro. Se la agarré.

    Si no tuvieses aquí a tu hijita te diría que fuésemos al baño y me la comieses, como aquella vez.

    Aquellas veces, dirás.

    Lo masturbé sobre el pantalón mientras él me recordaba algunas de las cosas que habíamos hecho.

    El cabrón me estaba poniendo cachonda, tenía que parar aquello. La adolescente de la otra mesa se giró lo justo para no perder detalle, la muy putilla quería tomar apuntes... ja, ja, ja. Que descarados son los jóvones. Ella también había sucumbido a los encantos de Álex.

    La nena comenzó a llorar de hambre. Invitas tú - le dije, levantándome, dejándolo con su erección.

    No te vayas todavía.

    Es hora de darle de comer.

    Hazlo aquí.

    Miró mis tetas rebosantes. Cogí a mi hija para colocarla en posición, y me subí la blusa. Él no quitaba ojo, sonriendo.

    Cuánto tiempo sin ver esos pezones. Espero que te pongas algo más bonito que ese sujetador cuando vaya a follarte.

    Saqué mi pecho. Tuvo tiempo de sobra para ver mi pezón duro antes de que mi pequeña comenzase a mamar. La adolescente se corría de gusto.

    ¿Te gusta?

    Es agradable.

    Discretamente coló su mano por debajo del cuerpo de la pequeña hasta mi entrepierna. El hijo de puta era hábil, y me quitó con facilidad los botones del pantalón para acceder a mi clítoris. No pude contener un gemido silencioso.

    Me encantaba masturbarte mientras te comía los pezones, pero nunca pensé que haría un trío con tu hija.

    Mi bebita siguió comiendo plácidamente hasta mi orgasmo.

    Dentro de dieciocho años me la pienso follar y la contaré esto.

    Gilipollas.

    Ya saciadas, la dejé en el carrito de nuevo, recomponiendo mi blusa,

    Ni te acerques a ella.

    Ya veremos

    Al levantarme, me dio un azote. Noté mi coño empapado y seguro que nuestra voyeur de instituto lo tenía igual. Le guiñé el ojito...

    Corrí a casa para terminar con mi consolador. La verdad es que con él no necesito muchas veces a Carlos. Las MILF's del siglo XXI podemos vivir sin hombres... sig!

    -----

    Cómo cada Viernes por la tarde fuímos al Mercadona para comprar para la semana. Dejamos a la niña con mis padres. Yo quería el finde libre para destetarla (que pena) y desconectar de mi rol de madre perfecta. Para la ocasión me arreglé más de lo normal. Me puse un vestidito muy corto y mis plataformas de esparto, cómo iban las bollys que tanto le gustan a Carlos aquel verano. Me hice una cola y me maquillé sexy. Mi marido me miró entre celoso y excitado. La verdad es que estuve toda la tarde tonteando para atraer su atención y la de todo tío que me pareciera mono. Me dediqué a coger todos los productos de las baldas más bajas para que se me viera bien el tanga negro. Me había depilado a conciencia mi amiga Paula que es esteticien amateur. La verdad es que Carlos aguantó bien el tipo e incluso llegó a disfrutar viendo a un abuelo quemaorro que me persiguió empalmado durante toda la compra. Hacía pinta de tener pasta. Hubiera estado bien un entreno de trío con él en el sucio WC del Mercadona. ja, ja, ja. Que maravilla sin la niña y que buen rollo con mi pareja. Quería llevarme a cenar pero le recordé que ya saldríamos el Sábado. Compramos un buen cava y un mejor jamón para cenar esa noche en la que volvió a salir el tema...

    ¿Sigues queriendo hacer un trío? - le solté a mi marido al traer el postre y los cafés. Había caído una botella de cava y un porrito de maría que hacía tiempo nos había regalado el cuñado.

    Sí - contestó.

    ¿Echamos un polvote guarro? Yo voy al WC a hacer un cheque-cheque y tu recoges la mesa. ¿OK?

    Vale, pero quiero que me hagas un numerito especial y nada de correrse rápido...

    Cuando llegó, me encontró con un conjunto nuevo Made in China comprado en internet (medias, liguero, corsé y cinta del pelo en simil de cuero). Lo encontré al revisar el pervertido historial de Carlos en su navegador y decidí darle una sorpresa ¿Por qué les pondrá estas porquerías a los tíos? También compré unas esposas metálicas y un consolador nuevo. Uno muuuuuy largo y doble. Con un capullo enorme a un lado y otro de un tamaño más normal al contrario. Casi un metro y medio de plástico asqueroso para meternoslo dentro (aggg!!). Y se le salieron los ojos de sus órbitas. Seguro que se le hizo la boca agua. Hasta ahora el único que había comprado algo así era él. Y esto todavía no se había atrevido a pedirlo... Le indiqué que se desnudase y se sentase junto a mi en la cama de matrimonio. Ya tenía una buena erección. Yo parecía una puta escocida por la polipiel.

    Coloqué el juguete en los pies de la cama, frente a él. Le pedí que lo cogiera y lo chupara. Lo hizo sonrojado por el lado más fino. Luego puse sus brazos a la espalda y lo esposé al cabecero de madera.

    ¿Quieres verme follar? - susurré.

    Sí.

    Me empalé con la parte más fina del juguete apartando las braguitas negras de spandex y comencé a acariciarme el clítoris sin dejar de mirarlo. Me hunté a placer con lubricante de fresa, marca Durex que es el que le guasta a Carlos.

    ¿Te gusta?

    Sí - contestó

    Comencé con el lado más gordo y al principio fué algo doloroso. Carlos tenía una erección mayúscula. Me corrí, lo saqué y le di un lametón. ¿Te gustaría probarlo mi mariconcito? De repente pensé en mi ex y le grité cómo una posesa:

    Es tu última oportunidad!, ¿estás seguro de que quieres verme follar con otro hombre? ¡Hazme caso y tendrás polla! ¿Te gustaría que se le chupáramos juntos? ¿Te va la polla verdad Carlos?

    Sí, si quiero. La quiero con todas mis ganas. No soy gay pero me gustaría con todas mis ganas hacer un trío. Lo necesito para olvidar de una puta vez los cuernos que me pegaste en la Universidad con ese cabróoooooooooon!!

    Le metí el trasto en la boca y no le dejé acabar con la historia de siempre. Me la llevaba echando desde hacía más de 15 años en cara cuando se le cruzaba la perola. Me acusaba de coquetear con alguien simplemente por cruzar una mirada... Cáaaaalla de una puta vez Carlos!!

    Pero hoy yo haría de macho y él de mi putilla, con las manos esposadas, sólo podía dejarse hacer. Se lo haría despacio, muy despacio. Al principìo alguna arcada pero no tardó en tener gran parte de la polla de plastico incrustada hasta la campanilla. ¿Le gustaba? Yo no quería que se corriese ya, y tenía que ganar tiempo. Se me ocurrió que sería cachondo que nos empaláramos con la super polla de plástico. Los dos abiertos de patas sobre la cama de matrimonio... todo hasta el fondo imaginando que Álex nos acompañaba. Pero ¿cómo te follas el culo casi virgen de tu marido? Para ello tuve que usar un dilatador anal en gel que acompañaba al consolador y un dildo que no sería más grande que la polla de un niño de 14. En 15 minutos lo tuve a punto de caramelo y pasé a la parte más fina del pollón. Se metió bastante de golpe, alucino de lo largo que es el esfinter de un tío. Carlos ya se había metido algo más de una vez. Era evidente. Ahora era el momento de introducirnos el cacharro los dos a la vez y empezar el baile de la abejita... Al intentar compartirlo los dos me di cuenta que se me salía, las pelís de Carlos son un puto rollo!!, por lo que al final nos concentramos en su culo para su disfrute. Cómo gozó el muy cerdo y maricón, conseguí que le entrara y saliera sin grandes dificultades. Lo dejé que se masturbara él solo. Surealista verlo empalado. Era cómo estar con una amiga guarra. Y eso que solo era el Viernes por la noche...

    Ese finde íbamos a una segunda residencia de sus padres en una bonita zona de playa de Girona sin la niña, como ya os he dicho, que se quedaba con los míos hasta el Domingo por la noche. Había preparado la sorpresa con paciencia, tiempo y ánimo de venganza. Estaba harto de cuidar al otro niño, el egoista, de oir sus reproches por la única infidelidad que conocía y que yo había confesado al final de un largo juicio en pareja... Se iba a cagar!! Aunque me daba miedo la estabilidad de la familia y mi hijita.

    -------

    El Sábado lo pasamos tirados en la arena de la playa, retozando y criticando a los vecinos. La mayoría con un cuerpazo de gym y muchas horas de sol. Huummm!! alguna que otra parejita haciendo nudismo. Se nos iban los ojos ante tanta gente guapa. Cómo una pareja sin niños, sudados, embriagados por los combinados que Carlos traía del chiringuito. Un placer! Incluso hicimos broma sobre el estado de su culito. Ya os digo, cómo dos amigas! Llegó la noche y preparamos unas gambas al horno y dos botellas de túrbio para coger el puntillo en la preciosa terraza del piso de mi familia. Decenas de personas hacían lo mismo en el pueblo al lado del Mediterráneo.

    Después del postre me lo llevé a dentro, al sofá. Puse un cd de música relajante y le bajé la bragueta del short tejano. El olor de mi crema corporal en su polla que crecía por momentos. Le puse las pulseras Made in China para que no puediera apoyarse en el sofá y levantarse... Tiempo hasta que sonase el timbre.

    Me pilló con los labios en su pubis y su polla hasta la garganta.

    Me levanté nerviosa, con los ojos saliéndome de las órbitas. "Tú lo has querido", le dije al pasar junto a él, camino a la puerta. Carlos se asustó sin saber que pasaba. "No tenías ganas de verlo, pues aquí está!"

    Cuando entré con Álex todavía mantenía la erección, que se le bajó completamente al sentirse indefenso con los pantalones bajados en el sofá y un tío de casi dos metros en el comedor. No dijo nada. Álex sí. Se colocó detrás de él y se apoyó en sus hombros para hablarle intimidatóriamente al oído:

    Tu mujercita me ha llamado porque quiere una polla de verdad que no le esté echando en cara un puto fallo durante toda su vida!! No te la mereces tio!!

    Yo miraba entre cachonda y asustada la escena. Quería a Carlos sumiso pero no hostiado. Por muy increíble que parezca se vovlió a empalmar. Aquella situación de macho omega y macho alfa le excitaba al pobre cornudo. Álex se fue desnudando y cuando se quedó en calzoncillos me cogió del pelo y me besó ante la incrédula cara de mi esposo. Ya con la polla bien gorda marcada en su slip blanco le habló claro a Carlos: Tu mujer me ha dicho que vas con hambre de polla ¿te excito?... Habla!

    Si, quiero que te la folles delante mía y quiero pillar cacho cuando esté encima de ella. No soy gay, solo lo necesito - respondió Carlos entre sincero y cachondo.

    No hay nada como saborear la lefa de un maridito en la boca de su mujer antes de follártela. - dijo Álex.

    Vamos a ya!! - Era un cretino, pero me excitaba como nadie. Carlos pasó a un segundo plano. Cómo un perrito. Álex llevó una mano a mi coño.

    Está empapada - dijo antes de pasarle mis flujos por su cara. Le acercó dos dedos a los labios de mi marido. - Chupa - le ordenó.

    Lo hizo. Después los introdujo en mi coño sin miramientos. Repitió la operación tres o cuatro veces más, llevándolos de mi vagina a su boca.

    Tu mujercita quería a un cabrón pervertido y lo va a tener. ¿No te acuerdas de habernos pillado en la puerta del piso de estudiantes cuando la fuiste a ver por sorpresa? Cómo te chuleó. Le debiste hacer mucho daño tío... Aunque volvió por pena contigo debes olvidar este mal rollo y follártela pensando que eres un mierdecilla afortunado. Os voy a follar a los dos. Hace años que me muero de ganas de hacer esto con una pareja.

    Me cogió del pelo y me hizo arrodillarme. Después me guió para comerle la polla a mi marido.

    Avisa cuando te vayas a correr, cornudo.

    No aguantó ni treinta segundos antes de avisar. Álex me hizo parar.

    Si tuvieses las manos libres te hacía quitarme los calzoncillos, pero estás bien así.

    Se giró hacia mi.

    Demuéstrame a qué he venido.

    Miré por última vez a mi marido. Podía notar su excitación y estoy seguro que en gran parte mantenía la erección porque Álex le ponía cómo una moto con sidecar al muy marica. Cuando le bajé la tela y liberé aquél pollón, habló.

    Joder...

    Agarré la base. La gorda base. La base que apenas abarcaba con mi pequeño puño. Era cómo la parte grande de mi consolador. Tamaño mandinga. Miré a mi marido al acercarme la punta a la boca. Agarré con la otra mano la mitad de su verga, y rodeé con mi boca lo que quedaba, un trozo de carne muy destacable. Comencé a generar saliva porque sabía lo que venía después y lo iba a necesitar. Era un ritual para nosotros, y todavía lo recordaba después de tantos años. Tomé aire y relajé el cuello. Me hizo quitar mis manos y su polla comenzó a invadir el fondo de mi boca y tras ella, mi garganta. Lo hizo más delicadamente que antaño. Las dos primeras veces. Después me folló la boca con ganas, con violencia. Haciendo que le comiese por completo. Mi marido babeaba con cara de llorar... Las grandes manos de Álex me conducían hacia él una y otra vez.

    En todo momento seguí mirando al panolis de mi marido a los ojos. Parecía un muñeco. No era nadie.

    Me di cuenta de que mi mano se había ido con vida propia a mi clítoris mientras me lo hacía. No me bastaba con aquello, deseaba más, Álex me acercó el consolador XL...

    Me corrí casi al instante.

    Delante de mi marido, con la polla de mi ex en mi garganta, con un consolador en en suelo y mis manos en mi clítoris, me corrí.

    Delante de mi marido, mi ex sacó su polla de mi garganta y se corrió sobre mi cara, mientras yo todavía gritaba por mi orgasmo.

    Delante de mi ex y con mi cara cubierta de su semen, mi marido, sin poder tocarse eyaculó sobre su pecho.

    Él me miró con la cara llena de soberbia, pero se agachó como pudo para besarme desde el sofá. Lo hizo despacio, pero con pasión. Largo y húmedo, mezclando nuestra saliva y su semen. No necesitaba preguntarme si me había gustado. En ese momento Álex le quitó totalmente los shorts y le giró boca a bajo quedando su culo, su polla y sus cojones a la altura de la cara de mi ex. Este comenzó a sorberle todo. Carlos desde abajo intentaba llegar a la polla de Álex. Cómico y excitante a la vez. Que olor a sexo en el comedor!!

    Se me ordenó tumbarme en el sofá. Mi ex dejó a Carlos sobre mi, este me puso detrás del cuello las esposas después de pasarlas sobre mi cabeza. Sin mucho esfuerzo la polla de Carlos se coló en mi dilatado coño y en esas que Álex se puso sobre él e hizo lo mismo pero en su culo. Cómo en un capítulo del libro las Edades de Lulú que tanto había excitado a Carlos durante nuestra juventud, los dos comenzamos a movernos al ritmo de nuestro amo. Nunca hasta el momento había gozado tanto indirectamente del placer de otro. Cada embestida de mi marido era pagada por otra sacudida dolorosa y morbosa de mi ex. Carlos dilató bastante, dan fe mis manos que notaron cómo se separaron sus cachetes y se abrió en canal su ano. Nos besábamos lascívamente los tres. Álex tuvo que parar al ver la mezcla de dolor y placer brutal de mi cornudito. Se corrió cómo un cerdo.

    Buen culo tio - dijo mientras se la sacaba.

     (SIGUE ABAJO)

     

    -----

    Nos duchamos en un silencio absoluto. Yo con Carlos y Álex solo. Decidí no tensar más la situación todo y que estaba claro que aquello se iba a repetir quiera o no mi maridito. Ahora, él debía elegir si quería colaborar... No tardamos los tres en apalancarnos en el sofá.

    De repente mi ex se quedó pensativo y se levantó. "He traído una cosa", dijo acercándose a la televisión tras sacar algo de su bolsa . Puso un pincho USB, la encendió y se tumbó otra vez con nosotros.

    No podía creerlo, lo había guardado.

    "Tu mujer era bien guarra en la Universidad, lo pasamos bien y empezaban las cámaras digitales con algo de definición".

    Nos hizo tumbarnos, con la cabeza en su regazo, de forma que pudiesemos lamerlo de nuevo mientras veíamos el vídeo en el que, muchos años atrás, le comía la polla en el sofá de nuestro piso de estudiantes.

    "Mis cuñados se la cascaban cuando les pasaba tus vídeos". Le creí. Miré a mi marido. Su pene flácido descansaba sobre su muslo. Su pubis estaba lleno de semen, que resbalaba hacia el sofá. Nuestros ojos se miraron. Lamí. No apartó la mirada. Agarré la verga de mi ex y se la introduje en la boca.

    "Un día bromeamos con follarte entre todos, seguro que te habría gustado... que guapa que estabas y que enamorada. Mira que te lo dije".

    En la televisión ya me estaba follando. Nuestra bebita comenzó a llorar. Mierda.

    Miré a mi marido. Lo besé. Le dije que fuera él.

    Cuando volvió yo montaba a mi ex y él me masturbaba. Lo ví desnudo, sucio, con nuestra hija en brazos mientras Álex se reía por la escena.

    Cuando seas mayor te voy a follar como a tus padres, y lo grabaré para enseñarlo.

    Le crucé la cara con mi mano empapada. Él siguió riendo y yo follándomelo.

     

     

    FIN

     

     

     

     
      Posted on : Sep 24, 2019
     

     
    Add Comment
    wethole2
    wethole2's profile
    Comments: 155
    Commented on Sep 24, 2019
    Dedicado a los otros hombres de mi esposa
     




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